domingo, 11 de noviembre de 2007

¡Nos hemos lucido!



Desde mi punto de vista como ciudadano español, opino que mis representantes no supieron actuar adecuadamente ante los desplantes del Presidente de Venezuela.
En primer lugar, creo que el Presidente del Gobierno del Reino estuvo muy contemporizador con el Sr. Chávez y debió cortar de raíz el incidente, sin ceder el uso de la palabra y zanjándolo, invocando el respeto debido a una Cumbre de Jefes de Estado de la Comunidad Iberoamericana de Naciones.
En cuanto a la irreflexiva irrupción del Rey, mandando callar al primer mandatario de otro país, tan sólo expresar mi estupefacción ante la actuación del mismo, ya que cuenta con experiencia suficiente para saber lo contraproducente de un expectáculo como el que protagonizó, en representación de España.
A mi parecer, los intereses de España, que es una Nación antigua, deben defenderse con habilidad, cortesía y firmeza.
Creo que en esta Cumbre ha fallado España; desde sus legaciones diplomáticas en los países iberoamericanos que no supieron prevenir la encerrona a la delegación española, hasta, como ya he comentado, sus principales representantes.
También me gustaría resaltar la enorme inflación semántica sufrida por el vocablo fascista, que en este caso ha servido como ejemplo internacionalista para motejar a un señor que "motu proprio" limitó a dos sus mandatos, cosa que, como todos sabemos, es algo infrecuente en los mismos, a los que, en lo que yo conozco, tan solo les aparta de su destino redentor de la patria la muerte, bien violenta bien natural.
Y es que en España actualmente el término fascista está perennemente entre nosotros, y yo coligo que es debido al empacho que sufrimos los españoles ya que, a diferencia de casi todos los europeos que con más o menos ayuda se los quitaron de encima, nosotros, inevitablemente, nos hemos comido los nuestros con patatas, o sin ellas; pero nos los hemos tragado.... ¡Buen provecho!.